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La Diócesis de Calabozo fue creada junto con la de Barquisimeto, y son éstas las primeras circunscripciones eclesiásticas surgidas en la época republicana. Desde hacía tiempo se sentía la necesidad de dividir la inmensa diócesis caraqueña, pero las vicisitudes de la Guerra de Independencia impidieron cristalizar este anhelo. Pasada la desmembración de la Gran Colombia y los primeros conflictos entre partidos, se llegó a un acuerdo en 1847 para que el Congreso decretara la creación de esas dos diócesis: una para la atención pastoral de los Llanos, y otra para abarcar la zona centro-occidental del país. El hecho de que fuera el Congreso nacional el que tomara esta iniciativa se explica por la entonces vigente Ley de Patronato, que autorizaba al Estado venezolano a intervenir en diferentes cuestiones relativas al gobierno eclesiástico.

No obstante, la decisión del Congreso no podía llevarse a ejecución sin la efectiva intervención de la Sede Apostólica. Después de un largo proceso, fueron erigidas por el Beato Papa Pío IX el 7 de marzo de 1863.

 

Las detalladas bulas que dieron origen a estas dos iglesias señalan taxativamente sus límites y la jurisdicción de sus obispos. Calabozo nació con un inmenso territorio, situado mayormente en la región llanera, y que abarcaba todo el actual Estado Guárico, gran parte del Apure, y porciones de los actuales estados Aragua, Cojedes, Portuguesa y Barinas. Eran en total ciento setenta mil Km2.

La provisión de esta nueva diócesis se retrasó varios años debido a los conflictos bélicos que asolaban a Venezuela desde mediados del siglo XIX. Por ello, la vida ordinaria de la Diócesis como entidad autónoma no pudo comenzar sino hasta 1881, con la llegada del primer Obispo. Han gobernado desde entonces la Diócesis de Calabozo los siguientes Prelados: Mons. Salustiano Crespo (1881-1888); Mons. Felipe Neri Sendrea (1891-1921); Mons. Arturo Celestino Álvarez (1921-1952); Mons. Antonio Ignacio Camargo (1952-1957); Mons. Domingo Roa Pérez (1957-1961); Mons. Miguel Antonio Salas (1961-1979); Mons. Helímenas Rojo Paredes (1980-2001); Mons. Antonio López Castillo (2002-2008); Mons. Manuel F. Díaz Sánchez (2009-). La Arquidiócesis, desde el año 2002, adelanta la causa de Beatificación del Siervo de Dios Mons. Arturo Celestino Álvarez.

 

Esta causa ya se encuentra en manos de la Congregación para las Causas de los Santos, en Roma.

El territorio perteneciente a la Diócesis se fue reduciendo a medida que se creaban nuevas circunscripciones: Prelatura Nullius de San Fernando de Apure (1954; diócesis desde 1974); Diócesis de Guanare (1954); Diócesis de Maracay (1958); Diócesis de Barinas (1965); Diócesis de San Carlos (1972); Diócesis de Valle de la Pascua (1992). En el año 1995 Calabozo fue elevada a la condición de sede metropolitana, formando una provincia eclesiástica con las diócesis sufragáneas de San Fernando de Apure y Valle de la Pascua.

La diócesis de Calabozo ha tenido en su seno ilustres y ejemplares sacerdotes, entre los cuales destacan: Mons. Sixto Sosa Díaz (Obispo de Guayana y de Cumaná); Pbro. Francisco Javier Peña (inmortalizado en el Padre Pernía, de Casas Muertas); Mons. Miguel Antonio Colorado; Mons. Ángel Adolfo Polachini (Prelado de San Fernando de Apure y posteriormente Obispo de Guanare); Pbro. Rafael Ángel Chacín; Mons. Ramón de Jesús Loreto; Mons. Baltazar Porras Cardozo (Arzobispo de Mérida); Mons. Víctor Pérez Rojas (Obispo Auxiliar de Calabozo y luego

Obispo de San Fernando de Apure); Mons. Luis Alfonso Márquez Molina (Obispo Auxiliar de Mérida).

             En épocas anteriores se han incorporado al presbiterio como fidei donum sacerdotes procedentes de Bélgica y de Italia, entre los cuales podemos recordar al Pbro. Winand Tossens y a Mons. Sergio Cicognani. Por muchos años funcionó el Seminario Josefino, o Seminario San José, que en distintas épocas fue centro de formación filosófico – teológica para los aspirantes al sacerdocio, o también seminario menor. Han prestado su labor en la diócesis diversos institutos de vida consagrada: Hijos del Inmaculado Corazón de María (Padres Claretianos); Congregación de la Misión (Padres Paúles); Congregación de Jesús y María (Padres Eudistas); Orden de la Merced (Padres Mercedarios) y la Cruzada del Espíritu Santo. Muy recordado en Calabozo es el Padre Carlos José Gómez Valdivieso, de la Congregación de Jesús y María, Párroco por muchos años de N. S. de los Ángeles, en Misión de Arriba.

Entre los institutos femeninos destacan las Dominicas de la Congregación de Santo Domingo; Carmelitas de la Madre Candelaria; Agustinas Recoletas del Sagrado Corazón; Hermanas Mercedarias Misioneras; Dominicas de Santa Rosa de Lima; Hermanas del

Santo Ángel; Siervas de Jesús. El apostolado laical está representado por los siguientes movimientos: Cofradía del Santísimo Sacramento; Legión de María, Cursillos de Cristiandad; Renovación Carismática; Comunidad Cristiana Jesús es Señor; Camino Neocatecumenal; Matrimonios con Cristo, así como diversos grupos juveniles, cofradías de santos patronos y otras asociaciones. Además, los laicos prestan su labor en los secretariados diocesanos de Pastoral Familiar, Catequesis, Misiones, Pastoral Juvenil, Pastoral Social, y están agrupados en el Consejo Arquidiocesano de Laicos.

La Arquidiócesis de Calabozo se extiende actualmente por 27.000 Km2, correspondientes a los seis municipios occidentales del Estado Guárico; tiene una población aproximada de 400.000 habitantes, de los cuales un 75% son católicos; las ciudades principales son Calabozo, San Juan de los Morros, El Sombrero, Ortiz y Camaguán. Ocupa algo menos de la mitad del territorio del Estado Guárico (municipios Roscio, Ortiz, Mellado, Miranda, Camaguán y San Jerónimo de Guayabal). En este territorio el clima es cálido en la mayor parte, aunque refresca en las alturas. La vegetación es de sabana, y de bosque deciduo en las serranías y valles. La región es atravesada por varias corrientes, las

 

principales de las cuales son los ríos Guárico, Tiznados y Orituco.

 

Dentro de esta jurisdicción existen veintiocho parroquias y cinco cuasiparroquias, las cuales son atendidas por veintiocho sacerdotes, cuatro de ellos pertenecientes a institutos de vida consagrada, seis diáconos transeúntes y siete diáconos permanentes. En diferentes centros de formación se preparan catorce seminaristas mayores para esta Iglesia particular.

 

En el año 2003, por iniciativa de Mons. Antonio López Castillo, la Arquidiócesis acogió el Plan de Renovación Pastoral que cuenta con la asesoría del Movimiento por un Mundo Mejor. Este Plan ha permitido la realización de una acción pastoral y evangelizadora más orgánica y planificada.

 

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S.E. Mons. Manuel Felipe Díaz  S.

Biografía

 

Nació el 5 de marzo de 1955 en Araure, Estado Portuguesa, Diócesis de Guanare — Venezuela.

Estudió Filosofía y Teología en el Seminario Mayor "Santa Rosa de Lima" de Caracas. Es Bachiller en Teología por la Universidad Pontificia Javeriana de Bogotá y Licenciado en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

Fue ordenado sacerdote el 14 de julio de 1979, en la Catedral de Barquisimeto. Fue formador en el Seminario Interdiocesano Sta. Rosa de Lima de Caracas (1979-1981); párroco en varias parroquias de Barquisimeto. Profesor del Seminario “Divina Pastora” (1981 – 1997); Director del Secretariado Catequístico de la Arquidiócesis de Barquisimeto (1981 – 1983); Canónigo de la Iglesia Catedral de Barquisimeto (1981-1997)..

Fue consagrado Obispo el 24 de mayo de 1997, como Auxiliar de Cumaná. El 4 de abril de 2000 fue nombrado primer Obispo de Carúpano (2000-2009). El 10 de diciembre de 2008 fue nombrado Arzobispo de Calabozo. Tomó posesión el 31 de enero de 2009.

 

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